El aeropuerto de Auckland, Nueva Zelanda, es bastante pequeño y me sorprendió que allí incluso hubiese una sala VIP de primera clase de Qantas para los clientes de oneworld Emerald. El aeropuerto no abre la terminal temprano, así que si tienes un vuelo temprano por la mañana, no tengas prisa para ir allí 2 horas antes de tu vuelo. Los mostradores de facturación estarán abiertos, pero la zona de control de seguridad abrirá más tarde. Inicialmente, estaba un poco nervioso por el acceso a la sala: estaba volando en un vuelo operado por Jeststar que me vendieron con un código de Qantas y no estaba seguro de si mi estatus Finnair Plus era suficiente para llegar a la sala VIP. Por suerte, fue suficiente. 😁
Decoración y amenidades
La sala VIP de primera clase de Qantas en Auckland es bastante pequeña pero se ve bien por dentro. La iluminación hace que la sala VIP se sienta acogedora, y yo acabé pasando mi tiempo allí bastante bien. Las sillas eran cómodas y la decoración era bastante funcional para el propósito.
Incluso hay dos tipos de áreas para trabajar. Un área es un poco más abierta con escritorios y la otra tiene cabinas pequeñas con puertas que puedes cerrar si necesitas más privacidad para concentrarte en tu trabajo.
Comida
Hay un buffet super bueno en la sala VIP. Para el tamaño del salón, el buffet es bastante extenso y tiene desde mermeladas, cereales, frutas y verduras hasta comida con más sustancia como salchichas, huevos y pan. Al menos este es el caso durante el desayuno.
No había menú a la carta, sino que un camarero caminaba ofreciendo a la gente panecillos recién hechos para el desayuno. Eran tan buenos. 🤤
Bebidas
En general, hay de todo para beber que se esperaría tener en una sala VIP; agua, zumo, refrescos, café, té, vino, cerveza, vino espumoso, licores, etc. La sala VIP no te dejará insatisfecho en ese sentido.
Conclusiones
Para un aeropuerto tan pequeño y una sala VIP tan pequeña, la sala VIP de primera clase de Qantas es una experiencia agradable. Claro, no hay un menú como en Sídney, pero bueno, a cambio tendrás una sala VIP menos concurrida. El personal es amable y la comida es deliciosa. No tengo mucho de qué quejarme.